Reflexión a partir del texto Néstor García Canclini

 Cuando la circulación cada vez más libre y frecuente de personas, capitales y mensajes nos relacionan cotidianamente con muchas culturas, nuestra identidad no puede definirse ya por la pertenencia exclusiva a una comunidad nacional, el objeto de estudio no debe ser sólo la diferencia, sino también la hibridación.
 En otra época los libros escolares y los museos, los rituales cívicos y los discursos políticos, fueron durante mucho tiempo los dispositivos con que se formuló la identidad de cada nación y se consagró su retórica narrativa.


 Hoy la identidad, aún en amplios sectores populares, es poliglota, multiétnica, migrante, hecha con elementos cruzados de varias culturas. García Canclini comparte la visión de que, más que identidad, hay identidades y pertenencias múltiples que dan lugar a culturas híbridas.
 En la actualidad la transnacionalización de las tecnologías y de la comercialización de bienes culturales disminuyó la importancia de los referentes tradicionales de identidad. El problema reside en que la mayor parte de las situaciones de interculturalidad se configura hoy no sólo por las diferencias entre culturas desarrolladas separadamente sino por las maneras desiguales en que los grupos se apropian de elementos de varias sociedades, los que combinan y transforman.
 El mundo de la escuela no se mueve con las mismas temporalidades en que se mueve el mundo de la vida. La escuela como estación de paso promueve así mismo una cultura de paso, transicional y provisoria, y en consecuencia, es una cultura para sobrevivir en la propia escuela, la cual posee muy poca o ninguna relación con la ciencia y con la vida. Esta es quizás su mayor encrucijada y su mayor tormento.
 En esta escuela particularmente donde se observa la heterogeneidad, la coexistencia de varios códigos en un mismo grupo y los conflictos por la coexistencia de etnias y nacionalidades sigue transmitiendo las tradiciones iconográficas nacionales no viéndose influida la transnacionalización de las tecnologías y la globalización.
 Si bien debe seguir como fuente del imaginario nacionalista y comunicación de los signos de identidad regionales, debe entender cómo se reconstruyen las identidades étnicas, regionales y nacionales en procesos de globalización de segmentación e hibridación intercultural.
 Así como la transnacionalización económica, y el mismo carácter de las últimas tecnologías comunicacionales (desde la televisión hasta satélites y las redes ópticas), colocan en el lugar protagónico a las culturas-mundo exhibidas como espectáculo multimedia y también la globalización empresarial propicia la universalización extremando las potencialidades coincidentes del pensamiento y el gusto en todas las sociedades. Debemos preguntarnos qué tipo de educación se debe implementar en estos momentos que al trabajar bajo una lógica competitiva mundial, al ver televisión e informarnos electrónicamente, usar sistemas de cómputos en muchas prácticas cotidianas, las identidades basadas en tradicionales locales son reformuladas con criterios de “ingeniería cultural”.

Referencias:
http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD18/contenidos/informacion/marco/pdf/canclini_introduccion.pdf


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